Si eres como la mayoría de nosotros, cuando llegan las tres de la tarde, buscas una taza de café o algún tipo de cafeína que te proporcione un estímulo. Tal vez tengas la suerte de que un poco de sol y aire fresco hagan el efecto y te animen. Sin embargo, todos sufrimos el bajón de la tarde de vez en cuando.
Sin embargo, esto es muy diferente a estar en un lugar de trabajo y fatigarse. La fatiga puede manifestarse de muchas formas diferentes, ya sea física o mental, y puede suponer una grave amenaza para la seguridad y la bienestar de los demás a su alrededor debido a una disminución de la alerta y la energía.
La fatiga es una grave preocupación en el lugar de trabajo y no debe tomarse a la ligera.
Por qué los trabajadores de la construcción sufren de fatiga
El sector de la construcción es un entorno de alto estrés, alto riesgo y alto esfuerzo, lo que favorece la fatiga de los empleados. Debido a la naturaleza del sector, los trabajadores de la construcción suelen trabajar más horas porque sus horarios se comprimen. Esto puede llevar a la realización de horas extras o incluso a dobles turnos para cumplir con los apretados calendarios de los proyectos. La construcción también es un trabajo transitorio, por lo que los empleados suelen pasar mucho tiempo desplazándose a los lugares de trabajo, lo que disminuye en gran medida la cantidad de tiempo de inactividad real que tienen.
Además de las largas horas, la construcción es tradicionalmente un trabajo físico muy duro, que pasa factura al cuerpo de los empleados. Una parte importante de este trabajo también se realiza mientras se está expuesto a los elementos, ya sea el calor en verano o el frío en invierno. Por si fuera poco, los trabajadores de la construcción suelen estar expuestos a otros peligros, como el ruido extremo, así como a productos químicos y materiales peligrosos. Aunque estén protegidos de estos elementos, añaden una tensión adicional al trabajo.
En definitiva, la construcción es muy exigente, tanto mental como físicamente, y si no se gestiona adecuadamente, puede afectar significativamente a tu salud.
Ayuda a tu tripulación a evitar la fatiga
La buena noticia es que la fatiga puede evitarse, especialmente cuando somos conscientes de las señales de alarma.
Es importante controlar la carga de trabajo de los empleados en la obra. Aunque muchos aprovecharán la oportunidad de conseguir un dinero extra, hacer demasiadas horas extras puede ser algo malo. En última instancia, disminuye la productividad y hace que los empleados corran un mayor riesgo de fatiga. También es importante que los empleados hagan descansos regulares. Esto no significa sólo 15 minutos cada cuatro horas más o menos, sino unas vacaciones regulares o un día libre para recargar las pilas.
Además de gestionar la carga de trabajo del personal, podemos utilizar la tecnología para ayudar a reducir la fatiga. El equipo adecuado, las herramientas y las nuevas tecnologías, como los exoesqueletos, pueden reducir el esfuerzo físico del cuerpo. Unos sencillos dispositivos de control, como la tecnología portátil, pueden recordar al personal que se tome un descanso, beba agua o se aleje del sol. Estas herramientas son una gran ayuda para gestionar la fatiga causada por el exceso de trabajo.
También es importante tener una cultura que apoye el bienestar de los empleados y que permita al personal comunicarse abiertamente sobre sus problemas personales o profesionales. Las culturas de apoyo garantizarán que el personal no esté agotado mental o físicamente, lo que ayudará a reducir el riesgo de fatiga en el lugar de trabajo.
Nuestra tripulación es nuestro activo más valioso. El agotamiento y la fatiga son retos reales en el sector de la construcción y tienen un impacto significativo en nuestros resultados. Poner en marcha programas que fomenten el bienestar de los empleados y la concienciación sobre la fatiga es un gran paso para evitar consecuencias potencialmente catastróficas.