Hay una larga lista de herramientas a tu disposición para la identificación y gestión de riesgos en el ámbito de la seguridad. Una de las más eficaces es el análisis de riesgos laborales o JAI. Un JHA es el mejor amigo de un profesional de la seguridad porque reconoce que cada tarea tiene un peligro potencial, por pequeño que sea.
La única forma de hacer frente a esos peligros es identificarlos, evaluar su gravedad y frecuencia, y aplicar controles para evitar que causen estragos en tu índice de lesiones.
¿Qué es un análisis de riesgos laborales?
A análisis de riesgos laborales (JAI) es una herramienta que desglosa cada trabajo o proceso en tareas individuales para identificar los peligros asociados. Con esos peligros seleccionados, puedes utilizar el jerarquía de controles para hacerles frente. La jerarquía de los controles comienza con la eliminación y desciende hasta la sustitución, los controles técnicos, los controles administrativos y, por último, los EPI. Tu objetivo es eliminar primero el peligro. Si no es posible erradicarlo, entonces sustituye el peligro, aísla el peligro, aleja a las personas de él y proporciona a las personas un EPI si deben interactuar con él.
Si detectas los peligros antes de que empiece el trabajo, podrás evitar incidentes que provoquen lesiones y enfermedades.
El proceso JAI se centra en cuatro relaciones interconectadas: el trabajador, la tarea, las herramientas y el entorno. Las JAI son una parte vital del panorama de la seguridad porque te permiten ser proactivo y sistemático en el diseño del trabajo y del proceso. Cuando incorporas la seguridad a tus sistemas en lugar de utilizarla como una manta, tienes más herramientas a tu disposición para prevenir incidentes y limitar los peligros.
¿Existe una diferencia entre las JAI y la ASM?
El análisis de riesgos laborales (JAI) es una herramienta, pero también existe el término análisis de seguridad laboral (ASL). ¿Cuál es la diferencia entre un JHA y un JSA? ¿O no hay ninguna distinción? Hay dos modos de pensar sobre el tema. Uno dice que las JAI y los APS son lo mismo. Sin embargo, también hay un bando que sugiere que son dos procesos diferentes. En una encuesta aproximada publicado en EHS Today hace unos añosLas personas que creían que las JAI y las ASC son dos herramientas diferentes las ven como parte de un proceso de dos pasos. Desde su punto de vista, las JAI se producen a intervalos menos frecuentes, y las JSA tienen una visión diaria de la identificación de los peligros.
Consejo: Puedes tomar tu propia decisión sobre si llamar al proceso JAI o JSA, porque no hay ningún organismo que proporcione una definición que debas cumplir. Elige una terminología para tu organización y cíñete a ella para evitar confusiones.
¿Exige la OSHA las normas JAI?
OSHA 29 CFR Parte 1910.132 exige evaluaciones de riesgos para determinar los EPI. A grandes rasgos, esto significa que tienes que realizar una evaluación de riesgos en cada trabajo, primero para determinar si el trabajador necesita un EPI y segundo para determinar los requisitos específicos del EPI. Las JAI son una forma de evaluación de riesgos, y la OSHA no menciona específicamente las JAI como un proceso obligatorio. En el Apéndice B de la norma 1910.132, la OSHA proporciona algunas orientaciones no obligatorias para completar las evaluaciones de riesgos. Se recomienda utilizar una JAI o una ASM para identificar los peligros potenciales de cada tarea laboral.
Resultado final: No, la OSHA no exige explícitamente que se completen las JAI en todos los trabajos. Sin embargo, completarlas mejora el cumplimiento y la OSHA las recomienda encarecidamente porque te ayudan a lograr la seguridad práctica.
¿Qué hace que un análisis de riesgos laborales sea eficaz?
Una JAI es un formulario o plantilla, pero también es mucho más que una sola actividad. Para llevar a cabo unas JAI con éxito, necesitas algunos elementos clave más. Una de las cosas esenciales que se necesitan para que las JAI sean eficaces es la participación tanto de la dirección como de los trabajadores. Necesitas que la dirección dé prioridad a las JAI para conseguir el tiempo y los recursos necesarios para completarlas correctamente y a tiempo. La implicación de los trabajadores también es fundamental, ya que cada empleado tiene una comprensión única de su trabajo. Son los que lo hacen todo el día, así que son los que mejor conocen los peligros asociados a él.
El objetivo final de las JAI es hacer que su trabajo sea más seguro, no más difícil. Tienes que entender sus tareas diarias desde su perspectiva, y no puedes hacerlo sin su aportación directa. No obstante, ten en cuenta que los trabajadores pueden tener su propia opinión sobre los peligros que consideran evitables o inevitables. A veces, los peligros "inevitables", como el diseño de los equipos o los materiales utilizados, sólo son inevitables desde la perspectiva del trabajador, pero en realidad son solucionables con un cambio de proceso más importante.
La exhaustividad es otro elemento crucial de las JAI eficaces. La buena noticia es que la exhaustividad requiere en gran medida un sistema, normalmente una plantilla. Una vez que construyas un formulario o plantilla de JAI adecuado, podrás producir JAI de una calidad similar cada vez. Por último, tienes que incluir la cantidad adecuada de detalles en cada JAI. Si eres demasiado ansioso, corres el riesgo de tener muchos más detalles de los necesarios. En la sección de cómo hacerlo, veremos el detalle mínimo necesario.
Cómo preparar un análisis de riesgos laborales
Realizar las JAI y hacerlas bien requiere un proceso de preparación que no puedes saltarte. Hay tres fases principales de preparación:
- Priorizar las JAI según la gravedad y la frecuencia de los peligros del trabajo
- Asegurar la participación de los empleados
- Resolver las amenazas y peligros inmediatos
Por dónde empezar: Cómo priorizar los trabajos para una JAI
La OSHA recomienda priorizar el proceso de JAI y empezar por los trabajos que suponen una mayor amenaza, es decir, los trabajos con los mayores índices de lesiones o cuasi accidentes, los trabajos con niveles de riesgo elevados, los trabajos de alta complejidad, los trabajos con elevadas infracciones de la OSHA, etc. Es probable que ya tengas una idea de cuáles son los trabajos más urgentes. También puedes encontrar estos trabajos revisando tu registro OSHA 300, el historial de cuasi accidentes y los informes de seguridad. Al priorizar, empieza por los trabajos con un riesgo inaceptable, en los que un problema puede provocar una lesión catastrófica, y ve bajando.
Siguiente: Consigue que los empleados estén a bordo antes de empezar
Entonces, es el momento de empezar a preparar a los empleados para la tarea en cuestión. La implicación de los empleados es fundamental para el éxito, porque a menudo hay peligros o cuasi accidentes que no te resultarán evidentes o no aparecerán en los registros. Los trabajadores no siempre registran esos momentos de "Vaya, eso estuvo cerca", así que tienes que preguntar por ellos.
No lo olvides: Resolver primero las amenazas importantes
La OSHA recomienda empezar con una revisión preliminar del trabajo. Escoge los mayores peligros que requieran una acción inmediata y diseña y aplica medidas correctoras. No necesitas una JHA para resolver los peligros que amenazan la vida y la salud de los empleados o de cualquier otra persona en el lugar. Un JAI revela los peligros ocultos y los peligros menores, como los que podrían amenazar con lesiones por uso repetitivo.
Cómo rellenar una JAI: paso a paso
Con tu lista de trabajos y una mano de obra preparada, es hora de sumergirse en el proceso de JAI. Es posible que tengas un formulario interno que te guíe en la realización de estos pasos. Asegúrate de que tu formulario te guía por los siguientes pasos. ¿Necesitas una plantilla de JAI? Descarga una gratis aquí. (No se requiere un correo electrónico, pero necesitarás tu nombre de usuario de Google).
Un proceso aproximado paso a paso para rellenar una JAI es el siguiente:
Paso 1: Elige un trabajo de tu lista (según la prioridad) y divídelo en tareas o pasos.
En el primer paso, separa cada trabajo en todos los segmentos individuales del mismo. La forma más sencilla de hacerlo es observar al trabajador hacer el trabajo y enumerar los pasos para tener una idea completa del verdadero orden de los acontecimientos. Es útil fotografiar los pasos o grabar un vídeo. Luego puedes guardarlo para tus archivos y revisarlo para registrar cualquier peligro que puedas haber pasado por alto.
Paso 2: Identifica todos los peligros de cada tarea.
Con todos los pasos señalados, empieza a identificar todos los peligros asociados a cada paso. Algunos peligros serán obvios (riesgo de laceración, etc.) y otros pueden esconderse bajo la superficie (ergonomía, uso repetitivo, etc.) Mientras piensas en cada peligro, pregúntate y responde a las siguientes preguntas
- ¿Qué podría salir mal?
- ¿Qué puede hacer que las cosas vayan mal?
- ¿Qué factores pueden crear una lesión?
- Qué factores pueden causar daños en el equipo
Paso 3: Crear descripciones de peligro.
Con tus peligros identificados, tienes que describirlos con detalle. Entonces, es el momento de nombrarlos y:
- Describe el tipo de peligro (biológico, químico, ergonómico, etc.)
- Identificar la vía de exposición
- Resumir la frecuencia y la gravedad de la exposición
- Selecciona una probabilidad de riesgo (podría ocurrir, no es probable que ocurra, etc.)
- Identifica una consecuencia de riesgo (primeros auxilios, tratamiento médico, muerte, etc.)
Paso 4: Crear un plan de control de riesgos.
El objetivo principal de un JAI es controlar los peligros que has identificado. Utilizarás la jerarquía de controles para eliminar o mitigar cada peligro con acciones correctivas o preventivas.
Paso 5: Controla los peligros y repite.
Con tu lista de acciones correctivas, es el momento de volver a la tarea y actuar. Asegúrate de volver a repasar el JAI después del control para evaluar la eficacia.
Paso 6: Revisa las JAI periódicamente.
Todas las JAI caducan con el tiempo. Una JAI queda obsoleta cuando:
- los cambios de trabajo
- un empleado sugiere un cambio en el diseño de su puesto de trabajo
- cuando se produce un incidente o casi accidente a pesar de que los empleados siguen los procedimientos JAI
También debes tener un plan para revisar y actualizar las JAI con regularidad, de modo que las confirmes o actualices incluso cuando ningún incidente o lesión te obligue a hacerlo.
Construye prácticas de trabajo más seguras con un JAI
Una vez completado el papeleo, es hora de utilizar las JAI sobre el terreno. Las JAI son un proceso mediante el cual identificas y evalúas los peligros para encontrar los controles de peligro adecuados. Empiezan con la eliminación y los controles de ingeniería y, en última instancia, llegan hasta los EPI.
Revisa tus JAI completados con todos los empleados que actualmente realizan el trabajo. Utilízalos para formar, reciclar e incorporar a los nuevos empleados o a los que se incorporan a la tarea. Además, comunica los resultados a los jefes y supervisores para que conozcan el proceso correcto y gestionen las desviaciones del programa de seguridad.
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